31.3.12




Rave on (2011)

Como muchos sabrán Buddy Holly fue un cantante y compositor brillante que compartió algunos escenarios con Elvis Presley, Chuck Berry, Bill Haley, entre otros. Su carrera fue injustamente corta y transcurrió durante los años 1955 y 1959 donde muere con otros músicos a causa de la caída del avión donde viajaban. Sólo tenía 22 años. Nacido en Lubbock, Texas, este joven con anteojos de armazón grueso no sólo dejó algunas decenas de notables canciones, sino también, fue una gran influencia para artistas contemporáneos como Paul McCartney, Keith Richards y Elvis Costello. Rave On es un disco tributo que no peca de hacer simples repeticiones de la original. Al contrario, hay notables interpretaciones que expone claramente el esfuerzo hecho por los 19 artistas que participan en este maravilloso homenaje, todos ellos bajo las ordenes del productor Randall Poster. Las joyas de este álbum son: "It's So Easy" hecha por un rabioso Paul McCartney; "Dereast" realizada por una de las mejores bandas de los últimos tiempos, Black Keys; "Oh Boy!" con toda la onda de She & Him; "True Love Ways" una balada exquisita ejecutada por los My Morning Jacket; "Words of Love" la cual Patti Smith la toma como propia y "Peggy Sue" efectuada por el inoxidable Lou Reed. Rave on es uno de los mejores homenajes hecho a un artista desaparecido, que a su vez nos da a entender que Buddy Holly era un genio.   


Por Leo Juiz



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My Morning Jacket - Circuital

16.3.12




Noel Gallagher's High Flying Birds (2011)

Luego del más que aceptable debut, con Beady Eye, de Liam Gallagher y el resto de los ex Oasis, llegó el turno de escuchar lo nuevo de Noel Gallagher. Noel Gallagher's High Flying Birds remarca la diferencia musical entre un hermano y otro. El proyecto de Liam lleva consigo la arrogancia de su creador. En tanto, el propósito de Noel es artesanal ejecutado con buen gusto y sutileza. Y así lo asevera en la inicial "Everybody's on the Run", en donde pone toda la carne al asador: cuerdas, teclados, coros propios e impropios y piano para perfeccionar una de las canciones más bellas del disco. Otra perla es "AKA... What a Life!" en donde su voz se confunde con la de Simon Lebon de Duran Duran. No obstante, "If I Had a Gun" le calzaría mejor a Liam, aunque Noel le pone vigor e ironía. Asimismo, "The Death of You and Me" es algo así como la continuidad de "The Importance of Being Idle" de Don't Believe the Truth (2005). Por último, la agridulce "(I Wanna Live in a Dream in My) Record Machine" con una gran orquesta detrás más una batería bien delante del resto intenta buscar la épica de "Champagne Supernova". Si juntaramos lo mejor del debut de Beady Eye con lo más correcto de Noel estaríamos hablando de un trabajo notable de los Oasis, pero no es así. De todas maneras, este es un estreno entusiasta.    


                                                                     Por Leo Juiz



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Coldplay - Mylo Xyloto

9.3.12




Ashes & Fire (2011)

El cantante y songwriter, Ryan Adams, realizó su primer álbum desde la separación de The Cardinals, banda que lo acompañó en sus útimos 5 discos. Después de un paréntesis de tres años, el álbum III/IV (2010) fue hecho con sesiones que data de 2006, el músico de Jacksonville, North Caroline se sumerge en la música que Bob Dylan nos deleitaba en los 70's. Adams no anduvo con chiquitas y contrató para Ashes & Fire al tecladista de los Heartbreakers (banda que escolta a Tom Petty) Benmont Tench y a la genial Norah Jones que pone su voz y sus dedos sobre las teclas del delicioso piano que afortunadamente emerge en más de la mitad del álbum. El folk relajado y algo melancólico convierte a las luces de un pueblo en tenues y al viento en briza. "Invisible Riverside"; "Dirty Rain"; "Kindness" y "Chains of Love" son claras señales de esto. En tanto, en la hermosa "Do I Wait" Adams se confiesa como notable guitarrista por si había duda alguna. Si en la sentimental y bella "Come Home" no logra que esa persona regrese a su casa, entonces ella no tiene corazón. Ashes & Fire tiene momentos tristes, que no son una tortura, aunque seguramente Adams encontró el consuelo cuando terminó esta maravillosa obra. 


Por Leo Juiz



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