29.11.08

El Viejito Piola: Van Morrison



Tupelo Honey (1971)
Van Morrison venía de grabar Astral Weeks (1968) y Moondance (!970), sus dos primeros trabajos como solista, sus dos obras maestras. No obstante, al año siguiente Van vuelve a realizar otro magnífico trabajo: "Tupelo Honey" que continúa la línea de los dos primeros discos: R&B, y gotas de folk. La genial e inconfundible voz de Van pasaba su mejor momento. Y en el primer track "Wild Night", un himno del R&B, lo podes constatar. Como así también la banda que acompañó a Van, desde John McFee (guitarra), Bill Church (bajo), Rick Schlosser (batería), Mark T. Jordan (piano) y hasta el propio Van en saxo y armónica, todos ellos músicos de la ostia.
En la bella "Old Old Woodstock" el sabor a nostalgia en el piano y el bajo se adueñan de la tristeza. Otra gran canción es "Starting a New Life" sus primeros acordes inspiraron a Jeff Tweedy, líder de Wilco, a reproducir algo similar en la magnífica "Sky Blue Sky". El boogie en "When That Evening Sun Goes Down" es un aliciente a mover alguna parte del cuerpo inevitablemente. Mientras que "You're My Woman" es la canción de amor que no podía faltar en esta obra; debido a que hacía poco tiempo que Van contraía matrimonio con Janet Planet - pone su voz en varios tracks del álbum - seguramente este tema formó parte de algún compilado denominado "Love Songs Vol.17" o algo así.
"Tupelo Honey" cumplió 37 años y no pierde su vanguardia ni su encanto con el correr del tiempo. Es otra obra clásica en la carrera del irlandés. Y Van...


Por Leo Juiz

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Más allá de haber seguido a todas las bandas del movimiento grunge hasta el cansancio, una de las dos bandas, fuera del grunge, que en los 90' me partió la cabeza fue Counting Crows - la otra Hottie & The Blowfish -; aún recuerdo escuchar una y otra vez "August and Everything After" (1993), su disco debut, en un equipo de audio marca National que se la re-bancaba.
Bien, dejemos la nostalgia a un lado y revelemos el último álbum de esta banda californiana. "Saturday Nights" es un lado que contiene canciones llenas de optimismo y energía y "Sunday Mornings" es la parte reflexiva, en un contexto casi acústico, donde el piano, la harmónica y la guitarra acústica son protagonistas escenciales.
Las seis canciones del primer segmento son producidas por Gil Norton (Foo Fighters, R.E.M., Gomez, Maximo Park) quien aporta frescura y un sonido vertiginoso a todos los temas . El primer track, "1492", probablemente sea el tema más rockero del repertorio de los Counting. La voz de Adam Duritz suena tan genuina como en "Mr. Jones". Y las guitarras de David Immerglück y David Bryson parecen ser prestadas por Mike McCready y Stone Gossard. La bella "Los Angeles" encajaría perfectamente en los títulos de algún film grabado en dicha ciudad. En "Insignificant" Duritz pide con desesperación algo que todos tememos: / "I don't want to feel so different / But I don't want to be insignificant" / " No quiero sentirme tan diferente / Tampoco quiero ser insignificante /.
El Lado "B" harán que las mañanas de domingos tengan más sentido levantarse de la cama. La armónica y la guitarra acústica de "On Almost Any Sunday Morning" son como un sol entrando por la ventana. La canción más hermosa del lado angustiante del disco es: "Anyone But You" con un estribillo difícil de olvidar. / Come Back to Me / ruega Duritz en la triste "On a Tuesday in Amsterdam Long Ago" con un piano prestado por Tom Waits. La producción de este lado estuvo a cargo de Brian Deck (The Shins, Iron & Wine) a excepción del último track "Come Around", producido por Gil Norton , una canción que cabe más para el atardecer.
Los domingos dejan por un rato de ser aburridos. Al menos, cuando escuches este gran disco de los Counting Crows.

Por Leo Juiz



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Elegantes Shows



Personal Fest '08 / Día 1
El Personal Fest tuvo un viernes 31/10 con un line-up algo modesto; que tuvo un buen comienzo y un final para el olvido. Mientras el cielo se ponía azulado vi la presentación de Spiritualized, banda británica que mezcla el sonido de la Velvet Underground y Brian Wilson con gospel, que presentó su último gran disco "Songs in A & E"; dejando una buena imagen ante unas 10000 personas hasta ese momento. Entre otros tracks sonaron "Soul on Fire" el hit de su última obra, "Oh Baby" de (Amazing Grace), - el disco épico de la banda liderada por Jason Pierce - y "Come Together" su caballito de batalla, con unas voces negras en los coros estupendas. Luego fue el turno de The Jesus & Mary Chain, la banda de los hermanos Reid dejaron de pelear y volvieron a subir a un escenario después de una década de ausencia y demostraron que aún están vigentes en un sólido show en el escenario principal. La banda post-punk tiene nueva formación que cuenta entre ellos a un gran baterista Loz Colbert - ex Ride -. En esa noche el rumor que corría era que en el 2009 tendremos un disco nuevo de los británicos. Lo estaremos esperando con ansias. El cierre de la primera fecha del Personal Fest fue con la banda californiana Offspring, quienes tienen un número importante de fans en nuestro país pero que particularmente yo no soy uno de estos ni mucho menos; y por lo pronto mis oidos no resistieron todo el show, cuyas canciones suenan todas iguales, con solos de guitarra que son hermanos mellizos de otros. Un pelotazo.




Personal Fest '08 / Dia 2
El viernes fue como una entradita de saladitos y el sábado el plato fuerte, que comenzó muy temprano con los geniales Mars Volta quienes brindaron un sólido show de 70' minutos a puro rock progresivo. El cantante Cedric Bixler-Zabala estuvo inquietante como es costumbre y Omar Rodriguez-Lopez quien toca la guitarra como Santana personificando a Michael Douglas en "Un Día de Furia" con la diferencia que en lugar de un palo de baseball tiene una Fender. Algunas canciones de su último y tal vez mejor disco: "The Bedlam in Goliath" sonaron, como la versión algo más extensa que la original, "Aberinkula" y la grandiosa "Goliath". Mientras Rodriguez-Lopez tocaba los últimos acordes del show me cruce de vereda o escenario para ver a Bloc Party, la banda inglesa presentó su último larga duración llamado "Intimacy". La voz en vivo de Kele Okereke, cada vez se parece más a la de Robert Smith. Mas allá de que a veces abusa de los efectos de pedalera para voz. En la lista de temas no estuvo "I Still Remember", pero sí, "Mercury" y "Ares" de su último álbum, como también "Like Eating Glass" de (Silent Alarm) y "Hunting for Witches" y "The Prayer" del segundo y mejor trabajo hasta hoy (A Weekend in the City).
Quien siguió los consejos del gran Pity Alvarez - hacer una siestita para estar pila; pila - fue Ricky Wilson el frontman de Kaiser Chiefs, quien no paró de correr y bailar - desprolijamente por cierto - por todo el escenario durante más de 1 hora. Por supuesto, acompañado de canciones como "Everyday I Love You Less and Less"; "I Predict a Riot"; y "Na Na Na Na Na" de (Employment), cuyas versiones no tuvieron diferencia con las originales. También "Ruby" - la más aplaudida por la gente - "Everything is Average Nowadays" - el tema Ramones versión '08 - y el último hit "Never Miss a Beat". una invitación al saltito.

Y después de mucho esperar volvió R.E.M. para cerrar la noche del mejor festival, hoy por hoy, realizado en Baires. La banda de Georgia abrió su show con "Living Well Is The Best Revenge", (Accelerate) su último gran disco del cúal también tocaron; "Hollow Man"; "Man Sized Wreath"; "Horse to Water" y "Supernatural Superserious". Los clásicos no estuvieron ausente: "Imitation of Life", del cual Stipe dijo que fue nº1 en Japón; y las canciones que todos esperamos "Everybody Hurts"; "It's The End of The World As We Know It" y un cierre espacial: "Man on The Moon".

Ojalá el próximo año podamos volver a presenciar festivales con puñados de buenas bandas, aunque el panorama económico y financiero no sea del todo alentador. Maldito dólar no sigas subiendo.

Por Leo Juiz

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El ex-frontman de Dire Straits lanzó su sexto de disco de estudio, uno menos que el total de álbums hecho con su anterior banda. El escosés en esta producción no defrauda pero tampoco maravilla. Sus anteriores trabajos son buenos pero homogéneos; tal vez "Sailing to Philadelphia" con Van Morrison y James Taylor como invitados y "All The Roadrunning" con Emmylou Harris son lo mejorcito. Aquí en "Kill to Get Crimson" el blues y el folk se amarran como nudo en las cuerdas de la Fender; una guitarra que por momentos Knopfler la hace cantar.Y esto basicamente producirá que tus oidos pasen algunos momentos de placer.
La primera canción es "True Love will Never Fade", un blues dócil, en el cual Mark pasa sus horas mirando el retrato de una mujer, que ya no está con él. Su guitarra comienza a ser protagonista principal en "The Fizzy and The Still", cuya melodía empalaga, pero no deja de ser deliciosa.
Como - las chiquititas - de Cris Morena, quienes acusaban tener el corazón con agujeritos; Knopfler parece que también lo padece cuando entona "Heart Full of Holes", en donde el sitar y el acordeón se encargan de cubrirlos con mucha genialidad. El tema que sobresale del resto es "Punish the Monkey", donde dos ex-Dire Straits, el tecladista y productor Guy Fletcher y el percusionista Danny Cummings le ponen lustre al track como así también Knopfler lo hace con su genial solo. Y por último, una pizca de celtic-rock a lo Van Morrison en "Let it All Go", para mezclarse con el ingrediente blues.
Hace un tiempo la revista Rolling Stone lo ubicó en el puesto n° 27 entre los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos, obviamente ser el dueño de uno de los 10 mejores riff de guitarra de todos los tiempos en "Money for Nothing" lo habilita.

Por Leo Juiz



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Dire Straits (1978)
Making Movies (1980)
Brothers in Arms (1985)
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